Siendo presidente municipal Don Pedro Vivanco García, tuvo la idea de plasmar en el recién inaugurado Palacio Municipal de Poza Rica, un mural que ilustrara el pasado, presente y futuro de la ciudad, por lo que el 28 de Febrero de 1958 lanzo una convocatoria a nivel nacional para concursar en este proyecto.
El pintor Pablo O´Higgins obtuvo el primer lugar iniciando con las labores de su proyecto en septiembre del mismo año.
Uno de los principales problemas de O´Higgins fueron las condiciones climatológicas imperantes en la ciudad, las cuales iban desde las altas temperaturas hasta las lluvias constantes.
Por lo que, para la realización de este mural, era imposible el usar la técnica del fresco así que opta por utilizar la fachaleta, la cual es una especie de mosaico rectangular y alargado, el cual a diferencia del azulejo no presenta una tonalidad brillante, sino que que presenta un acabado mate; siendo estos mosaicos sometidos a altas temperaturas en los hornos de la empresa Cerámica en Monterrey, Nuevo León.
El resultado fue un mural con las tonalidades y matices del freso, midiendo la obra 5 metros de alto por 7 metros de largo, la cual se encuentra dividida en tres secciones las cuales llevan como mensaje la narración histórica desde el mundo totonaca hasta nuestros días.
El mural fue inaugurado el 18 de Marzo de 1959, como dato curioso cabe comentar que el ayuntamiento le estuvo negando el pago al pintor, bajo el argumento de que el totonaca no usa huarache sino que usa zapato tipo botín o descalzo y como el artista se negaba a modificar esa parte del mural se hizo todo el embrollo.
A final de cuentas, si se le termino pagando al pintor la cantidad acordada de $215,220.00 pesos.