En el año de 1865 se comenzó a tener la idea de que Guadalajara debía contar con un teatro digno de esta ciudad, por lo que el entonces gobernador, el General Santos Degollado emitió el decreto para su edificación.
La obra estuvo a cargo del Arquitecto Jacobo Gálvez, quien puso la primera piedra de este lugar en el año de 1856.
El 13 de Septiembre de 1866, se dio la apertura del teatro con la representación de la opera de Donizzetti, interpretada por la famosa soprano Ángela Peralta, conocida mundialmente como “El Ruiseñor Mexicano”.
El estilo arquitectónico del teatro, corresponde al neoclásico y debido a las excelentes restauraciones que ha tenido, es considerado como el Mejor Conservado de América Latina.
En el fachada principal, destaca un altorrelieve en mármol titulado “Apolo y las Nueve Musas”, obra del escultor Benito Castañeda y tiene inscrita la frase “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.
Originalmente, se le iba a llamar Teatro Alarcón, en honor al dramaturgo Don Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, pero, tras la muerte del General Degollado, se decreto cambiarle su nombre por el de Teatro Degollado.
Durante todo este tiempo, el Teatro Degollado, ha tenido muchas reaperturas: el 30 de Octubre de 1880, el 15 de Septiembre de 1910, el 28 de Junio de 1941, el 8 de Septiembre de 1964 y el 25 de Noviembre del 2005.
En la actualidad, el teatro es sede de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y del Festival Cultural de Mayo, entre otros eventos.
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