
La Corregidora de Querétaro o mejor dicho, Josefa Ortiz de Domínguez, fue un personaje clave en el movimiento independentista de México.
Nació el 19 de Abril de 1773 en un barrio pobre de la ciudad de México, siendo sus padres el capitán del regimiento de Los Morados, Juan José Ortiz y Manuela Girón, la cual era de ascendencia española.
Quedando huérfana a una edad muy temprana, pasó al cuidado de su media hermana María Sotero Ortiz, quien consiguió un lugar para ella en el Colegio de las Vizcaínas, siendo en este lugar en donde conoció a Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán, un hombre viudo 15 años mayor que ella y con dos hijos, lo cual no fue obstáculo para que Josefa contrajera matrimonio con el un 24 de Enero de 1793.
Posteriormente, su esposo Miguel Domínguez, en 1892 obtendría el puesto de Corregidor de Querétaro, en el cual mejoro muchísimo las condiciones existentes en aquellos tiempos en la ciudad.
Por su parte, Josefa Ortiz de Domínguez o La Corregidora como se le llego a conocer, tuvo la habilidad de compaginar sus actividades domesticas con las actividades políticas que se daban en aquellos tiempos, siendo la mas representativa su participación en La Conspiración de 1810, que se llevo a cabo en la ciudad de Querétaro y tenia proyectado un levantamiento armado 1º de Octubre de 1810.
Pero al ser descubierta esta conspiración y levantarse denuncias en contra de los conspiradores, Miguel Domínguez decide encerrar a su esposa en su habitación el 14 de Septiembre de 1810, para tratar de protegerla y así evitar que fuera a caer en la cárcel junto con los demás conspiradores.
Esta situación no detuvo a La Corregidora, que encontró la forma de darle un mensaje a Ignacio Pérez, al cual le encomendó que saliera lo mas pronto posible para darle la noticia de que habían sido descubiertos al Capitán Ignacio Allende.
Al no encontrar a Allende, el también conocido como Jinete del Destino, se lanzo a la ciudad de Dolores en busca de Miguel Hidalgo y Costilla, el cual al enterarse de esta situación, decide convocar al levantamiento armado en el atrio de la Parroquia de la ciudad, conociéndose este evento como El Grito de Dolores.
Después de estos sucesos que se daban en la ciudad de Dolores, La Corregidora no pudo evitar la cárcel, ya que fue denunciada por el Capitán Arias y estuvo encerrada por varios años en el Convento de Santa Catarina de Sena.
Cuando fue consumada La Independencia, el autodenominado Emperador de México, Agustín de Iturbide la invito a ser Dama de Honor del Imperio, cargo que Doña Josefa Ortiz rechazo.
Murió en la Ciudad de México en 1829 y en la actualidad, sus restos se encuentran en la ciudad de Querétaro, en el Panteón de los Queretanos Ilustres.