Hace unos días escribí acerca de los Bilimbiques Revolucionarios, y uno de los billetes mas destacados de aquellos tiempos, eran los “Dos Caritas”.
Francisco Villa, en forma casi simultanea a Venustiano Carranza, emitió una serie de billetes de 1, 5, 10, 20 y 50 pesos que fueron conocidos como “Dos Caritas” debido a que contenían los retratos de Madero y Abraham González, Gobernador de Chihuahua en ese tiempo.
El billete en cuestión, fue creado por decreto militar el 10 de Febrero de 1914 y fue un muy importante recurso para el ejercito villista.
Para poder entender el porque Villa mando a poner a esos dos personajes en sus billetes, es bueno recordar que el Centauro del Norte llego a tener en muy buena estima a Francisco I Madero y esto quedo demostrado cuando al llegar los ejércitos de Villa y de Zapata a la capital del País en Diciembre de 1914, Villa fue a visitar la tumba de Madero, delante de la cual se cuenta que lloro inconsolablemente.
Por otro lado, Villa compartió la ideología de Abraham González, jefe del antirreleccionismo chihuahuense y que también fue asesinado por los golpistas en Marzo de 1913.
Existe una anécdota muy interesante acerca de este billete, el cual, al tener una excesiva impresión de papel moneda, empezó a perder valor en la población y se le empezó a denominar como el “Tres Caritas”.
A continuación, trascribo la historia que sucedió en la Ciudad de México en Febrero de 1915, y tiene como protagonistas al General Álvaro Obregón y a un comerciante de la ciudad e inicia cuando el comerciante le inicia platica a Obregón:
– Considere usted señor General, que estos billetes hoy tienen un valor y mañana no lo tienen, porque entran unos y son los buenos, pero entran otros y ya no valen los billetes de las tres caritas.
El general Obregón escuchó la protesta con asombro y preguntó:
– Óigame usted, ¿cómo que billetes de tres caritas? Dirá usted de billetes de dos caritas, el Sr. Madero y Don Abraham González, porque tres caritas, no las hay.
– Cómo no, señor General, ¡Son tres caritas! La del Señor Madero, la de Don Abraham González y la carita que nosotros ponemos cuando los recibimos y cuando nos dicen que no valen. Dígame usted si no son de “tres caritas”.
En resumidas cuentas, esa es la historia de los famosos billetes de “Dos Caritas” o de “Tres Caritas” cuando perdían su valor monetario.
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