Existe la leyenda de que a la entrada de Catedral de Guadalajara, donde estaban colocados los féretros de los Obispos Francisco Gómez de Mendiola y Juan Santiago de León, se podía solicitar un deseo.
La persona, junto a uno de los ataúdes, pensaba en la petición y acto seguido, tocaba tres veces en la madera, como quien llama a una puerta. Si la
respuesta era un sonido, significaba que si se aceptaba su solicitud, dos sonidos significaba que no y hay quienes aseguran que tres ruidos o sonidos invitaba a cambiar de solicitud.
Pero hay que anotar un detalle importante: el procedimiento debía repetirse en el ataúd de enfrente y obtener, a manera de comprobación, la misma respuesta.
Actualmente los antiguos obispos milagrosos de los tapatíos se encuentran sepultados en la Cripta de los Obispos, lugar que alberga los cuerpos de tres cardenales: José Garibi, José Salazar y Juan Jesús Posadas Ocampo.