Este muro de serpientes fue el prototipo de los que se construirían posteriormente alrededor de las plazas en las ciudades Mexicas o Aztecas tales como Tenochtitlan o Tenayuca, por citar algunos ejemplos.
Se sabe que en la tradición Mexica, los muros marcaban los límites del espacio sagrado y de los recintos ceremoniales, por lo que probablemente tuvieron el mismo significado ritual para los toltecas en Tula.
Las figuras esculpidas en las lápidas centrales del Coatepantli corresponden a esqueletos humanos devorados por enormes serpientes de cascabel y estos relieves están relacionados con el sacrificio humano. Es posible que esta área estuviera dedicado a Tlahuizcalpantecutli, una de las manifestaciones de Quetzalcóatl, quien era una de las principales deidades de las culturas prehispánicas de Mesoamérica.
Las grecas escalonadas, esculpidas a los lados de las serpientes y esqueletos, tienen cierta influencia Mixteca y recuerdan los mosaicos de Mitla en el estado de Oaxaca.