Zonas Arqueológicas: Ranas, Querétaro


 

Zona Arqueologica de Ranas en QuerétaroLa ciudad antigua de Ranas fue edificada en la cima de dos cerros que se unen formando un vértice y sobre cuyas laderas se distinguen las secciones más relevantes de la ciudad. El emplazamiento posee un solo acceso natural por el poniente, rodeado por profundos barrancos.

Tiene una ubicación geográfica estratégica, ideal para el control y la explotación de la gran diversidad de nichos ecológicos y de recursos minerales existentes en la región. Lo áspero de la sierra permitió la integración de un patrón cultural propio, que se distingue de otros por la ubicación de sus asentamientos menores, ya que para llegar a ciertos puntos, tales como manantiales, bancos de material o tierras de cultivo, era necesario transitar por rutas resguardadas por la población serrana, ya fuera de manera presencial o a distancia. Así, la cultura serrana generó tanto una arquitectura como un estilo cerámico y prácticas culturales propias.

Se desconoce con certeza la fecha de fundación de la ciudad, pero se sabe que ya existía desde el Siglo IV, y que mantuvo actividades hasta el Siglo XIV, en el que, al parecer, perdió su papel hegemónico regional.

El sitio era conocido simplemente como La Ciudad hasta que, en 1872, el Ingeniero Bartolomé Ballesteros, para darle mas renombre, retomó información histórica sobre la fundación de San Joaquín, población que durante el siglo XVII se llamaba San Nicolás Tolentino del Paraje de las Ranas; mismo nombre con que los Jonaces grupo étnico de la zona, reconocían la región.

Zona Arqueologica de Ranas en QuerétaroPosteriormente, el Ingeniero José María Reyes llevó a cabo investigaciones más detalladas y en 1880, en colaboración con el Ingeniero Phillip Pawell, las publicó junto con los planos de la ciudad, en los que interpreta al sitio como una fortaleza militar con trincheras, castillos, atalayas y baluartes.

Para 1932, Ranas es descrita por primera vez por el Arqueólogo Eduardo Noguera Auza, quien cambió la interpretación de la ciudad, ya que reconoció tres canchas de juego de pelota, templos y casas habitación; enfatizando la posición estratégica del sitio, eliminando la concepción de que era un asentamiento de tipo militar y estableció que el emplazamiento tuvo nexos con otras zonas de Mesoamérica, tales como Teotihuacán y Tula, además de las áreas de la Huasteca y El Tajín.

Una de las condiciones que sirvió al desarrollo de esta sociedad fue la concentración en el lugar de recursos minerales, como el sulfuro rojo de mercurio o cinabrio, pigmento muy estimado en Mesoamérica, empleado como emblema de poder y riqueza; poseía una alta significación religiosa y era tenido por símbolo de vida, al ser equiparado con la «sangre de la tierra». El control de los yacimientos y de la producción de cinabrio aseguró a la población serrana una posición relevante en las redes de intercambio mesoamericanas.

La zona arqueológica se localiza a 154 kilómetros al noreste de la ciudad de Querétaro, por lo que para llegar, deberás tomar la carretera federal 120 hasta la población de Vizarrón de Montes. Sobre esta ruta, avanzas 7 kilómetros al norte y en ese punto, hay que desviarse a la derecha por un camino pavimentado de 32 km, que conduce a la población de San Joaquín.

Más adelante, al final de una calle de terracería de 3 kilómetros y muy buenas condiciones, se encuentra la antigua ciudad de Ranas.

Puedes descargarte el marcador de posición para ser usado con Google Earth desde el siguiente enlace:

descarga boton Zonas Arqueológicas: El Tajín, Veracruz

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